04 agosto 2006

Despertares

¿Estaba realmente despierto?. Esa pregunta se gatillaba automáticamente en su cabeza en cada amanecer. ¿Cómo podía saber que realmente estaba de este lado?.
Él no lo sabía, pero esa duda era solo una manifestación de un deseo inconsciente. El que estaba agazapado en un rincón de su mente deseaba mas que nada en el mundo no volver a despertar, permanecer del otro lado de la infranqueable muralla.
Inmediatamente luego de abrir los ojos revisaba su entorno, las cosas que lo rodeaban, en busca de algo anormal que aclarara su duda, algo que le señalara que era un sueño.
Tal vez las paredes de otro color, el diseño que adornaba sus sábanas, tal vez el espejo no reflejara las cosas como debiera.
Pero no.
Ese día también despertó al mudo y también se levantó y se duchó y no desayunó y trabajó. Trabajó hasta tarde en la oficina, como siempre, como la física de este mundo lo señalaba. Y otra vez se acostó y soñó que no despertaba de su sueño. Otra vez el ser agazapado en su mente deseó dormir para siempre.
Una vez más abrió los ojos y no encontró nada anormal a su alrededor, todo continuaba asquerosamente normal. Todo era patéticamente monótono.
Se enderezó pesadamente y fue hasta el baño, lavó su cara maldiciendo el nuevo día y se duchó no con menos pesar.
Se preparó una taza de café, no acostumbraba hacerlo pero el día anterior no había cenado y tenía hambre.
Otra vez se arrastró hasta la oficina, otra vez mirando el suelo, otra vez sin notar al sol elevándose sobre esas hermosas cumbres azules moteadas de rojo.

Dr. CroW