23 agosto 2006

El Globo Verde

Un patio, un patio o una plaza, no estoy seguro. Dos personas hablan, no distingo su sexo o su edad, son manchas borrosas.
-¿Que qué puedo darte?... mmmm... déjame ver. No, en realidad no tengo demasiado para darte, es poco sin duda. Veamos lo que tengo... un pañuelo, no, dos pañuelos (pero uno está usado), un puñado de monedas que deben sumar... mmmm... cuatro pesos con cincuenta y cinco centavos. ¿Qué mas habrá por acá?... un par de boletos viejos, un teléfono celular pasado de moda, una camiseta de La Renga, un cinto (ah no, el cinto es prestado, eso no), una libreta (esta un poco ajada pero todavía le quedan páginas en blanco si quieres escribir algo), el pantalón lo necesito (no puedo irme desnudo), unos borceguíes casi nuevos, una etiqueta con dos... tres... tres cigarrillos y un encendedor anaranjado (muy lindo), papelitos con direcciones y teléfonos de gente que no recuerdo, mucha pelusa de los bolsillos, este saco negro... esta bueno ¿no?, también tengo dos chicles... a ver... a ver... no, nada mas, solo eso y mi corazón... ah... casi me olvido, y este globo verde que te compré.
-No, eso no alcanza para nada.
Suena el timbre, el recreo se terminó y todos vuelven a sus pupitres.
Ahora distingo, es sin duda un patio, un patio de escuela.
El globo verde se aleja, la brisa lo llama y él no puede dejar de responder.

Dr. CroW

Blogger Dr. CroW:

Tanta apariencia de seguridad, tantas ganas de meter el dedo en la llaga, pero tanto miedo como para esconderte, yo no juego a las escondidas.
No me interesa lo que lea acá porque no puedo saber quién lo escribe y no voy a caer es jueguitos paranoicos.
La unica respuesta que me interesa es de frente, con la verdad, ya no tengo ganas de finguir que te creo.
Cualquier otra cosa que lea de tu parte acá, la voy a borrar inmediatamente, sin leerla.

12:34