Nos Vamos Poniendo Viejos

La cosa viene medio seria así que le vamos a poner un poco de gilada.
Últimamente parece que el viejazo ronda la blogósfera ya que me he encontrado con numerosos posts (al menos 5 en los últimos días) sobre la llegada a la ancianidad… bah, tampoco tan ancianos, gente como uno que ve los 30 cada vez más cerca. Yo vivo en la eterna pelotudez así que la edad no me preocupa mucho, sin embargo se me ocurrió plantear una serie de parámetros que podrían ser útiles a la hora de medir nuestro “viejazo” en función de determinadas situaciones “antes” (pendejos inmaduros) y “ahora” (potenciales ancianos).
Anotá con cuales te sentís mas identificado y sacá la cuenta de tu porcentaje de vejez latente:

Antes: Los amigos te dejaban plantado con la excusa de que la novia los reclamaba.
Ahora: Los amigos te dejan plantado con la excusa de que el nene tiene fiebre.

Antes: Siempre una caja de forros encima.
Ahora: Siempre los ansiolíticos encima.

Antes: Garchar en el asiento de atrás de un auto era una aventura divertida.
Ahora: Garchar en el asiento de atrás de un auto es una proeza física irrealizable.

Antes: Te conocías todos los bares, sus horarios, y cuál era mejor para cada ocasión.
Ahora: No tenes ni puta idea de donde hay un bar abierto.

Antes: A garchar al parque.
Ahora: A tomar mate al parque.

Antes: "Es la primera vez que me pasa".
Ahora: "Hace mucho que no me pasaba".

Antes: Tus amigos se ponían de novios y se peleaban.
Ahora: Tus amigos se casan y se divorcian.

Antes: Tu banda favorita sacaba su primer disco.
Ahora: Tu banda favorita se disuelve por la muerte del cantante.

Antes: "Eh, pibe...".
Ahora: "Oiga, don...".

Antes: Correr a la farmacia a las 3 de la mañana a comprar forros.
Ahora: Correr a la farmacia a las 3 de la mañana a comprar antiespasmódicos.

Antes: Llegabas a las 7 de la mañana.
Ahora: Salís a las 7 de la mañana.

Antes: 90 días de vacaciones.
Ahora: 15 días de vacaciones.

Antes: Ser padre era un temor paralizante.
Ahora: Ser padre es una necesidad apremiante.

Antes: "¿De dónde saco guita para la entrada?".
Ahora: "¿Cómo mierda llego a fin de mes?".

Antes: Le explicabas (de mala gana) como usar la PC a tu tía.
Ahora: Tus primitos (de mala gana) te explican como usar la PC.

Antes: Comerse a una pendeja de 15 era un gusto.
Ahora: Comerse a una pendeja de 15 es un delito.

Antes: Llegabas a casa y te dolían los pies de tanto bailar.
Ahora: Llegas a casa y te duele el culo de tanto estar sentado.

Antes: Tu banda favorita al palo en tu casa mientras estas tirado en el sofá.
Ahora: Tu banda favorita apenas audible en la oficina para que el jefe no te rete.

Antes: Tomarse una botella de tequila era un juego.
Ahora: Tomarse una botella de tequila es un suicidio.

Antes: Te garchabas lo que venga porque vivías caliente.
Ahora: Te garchas lo que venga porque no te queda otra.

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