17 diciembre 2007

La Tardía Lección De Segismundo Ugarte

Segismundo Ugarte azotó la puerta al salir y con paso decidido se dirigió a las escaleras. En el interior del departamento aún podían escucharse los sollozos de su mujer.
Notó la imperceptible mancha de sangre en uno de sus mocasines y se frotó el pié contra la pantorrilla para limpiarlo. Cuando llegó al primer escalón ella ya había abierto el cajoncito de la cómoda que amueblaba su habitación, lamentablemente él nunca lo supo.
Al llegar a la planta baja Segismundo Ugarte solo tres cosas pudo escuchar antes de caer fulminado al piso: El clak! de las puertas tijera del ascensor; el bang! de una 45 disparada con manos temblorosas y el pok!, seco, breve, que produce una bala de ese calibre al ingresar por el parietal derecho.
Si no hubiera muerto antes de alcanzar el suelo, Segismundo Ugarte podría haber aprendido que hay cosas con las que no se jode.

Dr. CroW

Blogger ¡Mondoke!:

Muy feliz regreso a inBLOGico, como siempre esa prosa magnífica que al final lo deja a uno con el corazón en la boca.
Y sí, tenés razón. La desgracia no fue morir, sino lo que se salvó de vivir. Muy bueno.

14:58  
Anonymous Anónimo:

Un tema recurrente...
Espero que tomes de nuevo la constancia de escribir casi a diario como antes

00:50  
Blogger Marbot:

Una verdadera mujer de armas tomar (y disparar):P Welcome back, bro ;)

21:23  
Blogger Dr. CroW:

Mondo: Se agradece su comentario. Y si, a veces la muerte es un premio para algunos.

Ella: Muy recurrente.

Marbot: Siempre es un placer recibirlo en mi humilde morada.

11:22  
Blogger Laura Albertini:

Cuando aprenderan los hombres....y las mujeres tambien...
Un abrazo

20:16